El título de este post puede sonar algo engañoso; en el aprendizaje, rara vez hay atajos. Puesto que cada persona aprende a su ritmo y con una metodología personalizada, hablar de rapidez puede resultar confuso. La lúcida y humorística reflexión de Dolina: ¿Por qué vale la pena la lentitud cuando se trata de conocimiento y aprendizaje? sigue estando igual de vigente a día de hoy. Sin embargo, sí existe una forma de acelerar el aprendizaje y es enseñando a otro lo que se aprende. Como el filósofo Lao Tse dice:
Si me dices algo, yo lo escucharé.
Si me muestras algo, yo lo veré.
Si me dejas experimentarlo, yo lo aprenderé.
Así que ya conoces un atajo sin trampa ni cartón.
Howdy! I in words of one syllable would like to impart a vast thumbs cheery in support of the clear records you have at this juncture taking place this send. I will maybe be present future again to your weblog for more soon.