Fotografía: Aitor Ortiz
En las creencias, y no me refiero estrictamente a las religiosas, existen dos puntos de vista dispares:
Para creer, antes hay que ver
Para que algo sea visto, hay que creerlo antes
Hay científicos en ambas orillas, hay líderes en los dos bandos, hay empresarios, artistas, gente común que comulgan con uno u otro punto de vista. Pero los grandes visionarios solo se identifican con el segundo porque es el segundo el que produce «fuego», «elemento», «poder personal», «confianza ciega». Los milagros los ven los que creen posible que ocurran. Es difícil imaginar las caras de los alumnos de la Bussiness School of London cuando el profesor Srikumar Bao se ratifica en su teoría de que los milagros se producen por doquier pero es necesario creerlos para verlos.