Os propongo un juego: Coged lápiz y papel, anotad estas tres preguntas, pensadlas y luego, dedicad un rato a contestarlas.
¿quién soy?
¿qué tengo?
¿qué hago?
Ahora transformadlas en:
¿quien debo ser para?
¿qué debo tener para?
¿qué debo hacer para?
La simple introducción de un objetivo (para) ha cambiado la esencia de las 3 preguntas iniciales. El coaching es la disciplina del objetivo. Sin objetivo la persona no se puede mover, porque no tiene dirección, desperdicia su energía y le falta el propósito para no rendirse.
Tres sencillas preguntas que encierran el secreto del coaching y pueden cambiar el rumbo de cualquier vida. Vale la pena coger lápiz y papel y contestar también las tres últimas. Las sorpresas llegarán cuando cotejéis las primeras con las segundas. Y quien sabe…