La propuesta de hoy es autoría de Randy Taran, la fundadora del Proyecto Happiness, una organización sin ánimo de lucro orientada a los jóvenes. Randy es co-autora, con María Lineger, del Manual de Proyecto Felicidad, que permite , mediante el uso de la psicología positiva y la inteligencia emocional, la alfabetización de estudiantes en seis países.
Ya conocemos de sobra la afición de nuestro jinete (cerebro racional según la terminología de Haidt) por la conjetura, el análisis exhaustivo y la divagacion, así que concretar un plan de acción para alcanzar nuestra felicidad nunca viene mal.
Quieres que este año sea más feliz? Tener metas puede acercarte a este propósito. A veces la vida te sale al encuentro y los viejos patrones pueden dar al traste con las buenas intenciones. ¿Qué hacer entonces? Te proponemos 10 maneras fáciles de elaborar caminos neurálgicos , de modo que, tus nuevos objetivos despeguen en su viaje a la felicidad.

- Tener una razón lo suficientemente importante:
El «por qué» quieres llevar a cabo un objetivo tiene que ser importante. No es suficiente decir «tengo que perder algo de peso.» Si dices: «estoy en el proceso de mejorar mi nivel de colesterol y acercarme con esta decisión a la gente que me importa» resulta mucho más potente. Piensa en los beneficios de lo que quieres, y acostúmbrate al tiempo presente (estoy en el proceso de …).
2. Una meta cada vez:
Elige sólo una cosa para centrarte en ella y consigue que sea específica y alcanzable. Piensa que el resultado depende de que sea medible y controlable. Por ejemplo si te propones ganar la lotería, olvídalo, no está en tu mano controlar el sorteo, así que tú verás…
Prestar atención a algo factible también asegura que mantienes tu deseo constantemente en mente.
3. Rómpelo :
Al romper un gran objetivo factible en mini-objetivos, aprendes a confiar más en ti mismo y a sentir que puedes controlarlo. Si deseas escribir esa novela para la que nunca has encontrado el momento tendrás que escribir durante un periodo determinado de tiempo una página al día. Así este nuevo hábito se convierte en parte de tu rutina diaria. ¿Te vas a entrenar para una carrera? Establece un programa de entrenamiento realista con objetivos intermedios. Pasión + dar pasos es igual a Resultados.
4.Conecta el objetivo con una acción:
¿Cuáles son las acciones y hábitos que apoyan tu objetivo? Si quieres perder el michelín que te sobra tendrás que incluir verduras en la dieta y no comer después de las 20:00 ¿Qué no suena muy divertido? Prueba a participar en algo que te encante o reunirte con amigos todos los viernes. Dicho esto, ¿cuáles son algunas de las acciones o hábitos a los que podrías recurrir? Piensa en la obsesión por el chocolate de muchas personas ¿Y si compras chocolatinas individuales y te conformas con comer una después de cenar cuando te sientas relajado?.
5. El placer está de tu parte:
Cuando alcances cada mini objetivo disfruta de la sensación. Tómate el tiempo necesario para conocerte a ti mismo y disfrutar de los pequeños placeres que se presentan a lo largo del camino. ¿Sabías que es muy poderosa la experiencia de visualizar la consecución de un objetivo? Al igual que los atletas visualizan el éxito del evento para mejorar sus resultados, tú puedes visualizar cómo te sentirás una vez cumplido tu objetivo. Si se trata de tocar un instrumento, imagina lo feliz que te sentirás cuando veas cómo disfrutan y sienten los espectadores tu música. El cerebro se conecta con los mensajes de placer, esto ayuda a cambiar las vías neuronales para adoptar nuevos hábitos.
6.La vida pasa:
Imagina los obstáculos que pueden aparecer antes siquiera que estos se presenten. Si admites que las cosas siempre no son perfectas y tienes un un plan B para los tiempos difíciles, entonces será más fácil volver a la meta. No elabores arduas justificaciones, sólo vuelve a tu objetivo usando algunas de las estrategias que había pre-planificado. Recuerda dejar de lado el auto machaque. La culpa no te lleva a ninguna parte.
7.En alza los amigos:
Disfrutar de la felicidad /fijar metas que tengan presentes la amistad. Si un amigo te espera en el gimnasio o se ofrece para ayudarte a revisar lo que has hecho durante la semana, es mucho más fácil rendir cuentas. Un amigo también puede inspirar y animarnos a que sigamos adelante incluso en momentos difíciles.
8. Crear un éxito / Diario Gratitud:
Anotar las pequeñas tareas que necesitamos cumplir para alcanzar nuestros objetivos, ayuda ¿y por qué no acostumbrarse a a expresar la gratitud sobre lo que se está experimentando en el camino? Podría ser tan simple como completar una parte de lo que se había previsto. Concéntrate en lo positivo y escribe tres cosas por las que estás agradecido cada día. Notarás que es un poderoso combustible para seguir avanzando. Esta es una manera eficaz de tener en mente tus éxitos.
9. La práctica hace al maestro:
La repetición consiste en una reprogramación. Nuevas prácticas generan nuevos hábitos, que conducen a nuevos patrones de comportamiento. Con el tiempo (normalmente ocho semanas) el cerebro se adapta a sus nuevos patrones. Las neuronas que trabajan en equipo se conectan. Si practicas cualquier cosa desde música a deporte, da por hecho que mejorarás con la práctica continuada.
10. El viaje es más importante que el destino:
Fijar metas supone volver a calibrar lo que se ha convertido importante en tu vida. Eso es algo digno de celebrar. Honrar lo que quieres en el vida es mucho más que alcanzar un objetivo porque supone estar en sintonía contigo mismo . Ten en cuenta que el susurro del cambio viene de dentro. Es un proceso que lleva algún tiempo, así que date respiro para permitir resultados a largo plazo. Por último, es tu viaje -hazlo con alegría –estás tomando las riendas de tu vida, un pequeño paso cada vez.
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