No pierdes nada por intentarlo. Concéntrate en estas diez estrategias durante un mes y analiza los resultados. Merece la pena.
1.Empieza poco a poco
Un error muy común consiste en aplicar toda la energía en el inicio del cambio. Administra tu energía como un preciado bien. No es que se vaya a agotar sino que un buen estratega sabe que necesita refuerzos continuamente.
2. Escríbelo
Está demostrado: cuando existe un compromiso escrito somos más constantes. Ojo, escribe tus compromisos y míralos con frecuencia. Si los escribes y los olvidas, esta estrategia no sirve de nada.
3.Focálizate en hábitos diarios
Más vale focalizarse en algo concreto que hagas a diario que ser muy ambicioso y pretender cambiar todo de golpe. Busca indicadores medibles para saber que lo estás haciendo bien. Rechaza lo genérico, nada de quiero respirar mejor. Si quieres comprobar que respiras mejor, entonces proponte subir un tramo de escaleras sin ahogos. Así sabrás si has conseguido regular tu respiración.
4.No pierdas de vista tus objetivos
Ellos deben ser tus compañeros inseparables. Recuérdalo con asiduidad. La mente es una gran hacedora.
5.Se consistente
No tires la toalla a la menor de cambio. Piensa en los resultados y admite el sacrificio. Vale la pena el esfuerzo. Recuerda que todos los que consiguieron sus metas se esforzaron. Ponte modelos y aspira a ser como ellos. Todos necesitamos ejemplos. Eso ayuda a persistir.
6.No pares nunca de aprender
La curiosidad es tu gran compañera de viaje. Investiga, pregunta, lee, comenta…
7.Sal del aislamiento
Pedir ayuda o solicitar apoyo es la mejor idea que se te puede ocurrir. A todo el mundo le gusta echar una mano. La generosidad es una virtud prodigiosa que produce milagros. Practícala tú también.
8.Permite los contratiempos
Entre el blanco y el negro media la escala de grises. No seas derrotista ni un autocrítico quisquilloso. Si algo puede salir mal, no te preocupes, probablemente salga. ¿Y qué? Ya estaba previsto en el plan. Échale un poco de humor y achácalo a la ley de Murphy: la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla.
9.Confía en tu plan
Aunque aparezcan los nubarrones confía en que tu barco llegará a puerto. Ten fe en tí mismo/a. La fe mueve montañas.
10. Diviértete
Si no te lo pasas bien, no funcionará, así que procura buscar el lado apasionante al asunto. Nadie se compromete con un cambio que no va a deparar a corto, medio o largo plazo una gran satisfacción personal.