Fotografía: Melody Jerez
Esta es una historia bella, bellísima que narra una redención y el descubrimiento de un territorio, un idioma, una primera lengua para muchos niños chilenos. A través de un programa de educación musical numerosos escolares han encontrado una forma de afrontar sus destinos. Es emocionante, motivador e inspirador. Los ojos de estos niños brillan con una fuerza especial. ¡Gracias Xosé, lector constante del NY Times por habérmelo enviado!
Para ver el vídeo pinchad sobre el subrayado. Un idioma
En Colombia hace varios años se creó un programa similar llamado «Batuta» también con resultados asombrosos, en zonas muy deprimidas y golpeadas por la violencia urbana. Desgraciadamente con el tiempo ha ido cayendo en el descuido, pero algo queda de eso.
Lástima que a veces estas ideas tan geniales dependan del entusiasmo de personas concretas y no de las instituciones creadas para impulsarlas. Gracias por el comentario MS