Bill O´Hanlon propone en su libro Atrévete a cambiar ideas interesantes para afrontar un cambio de rumbo. Por ejemplo: conectar algo que no te motive especialmente, en su caso hacer ejercicio, con algo de lo que sí disfrutaba muchísimo: un programa de entrevistas radiofónico. La decisión produjo un resultado con bastante rapidez. Decidió oír su programa favorito sólo cuando hacía ejercicio. Al principio sólo oía 15 minutos del programa, luego incrementó el ritmo en cinco minutos por semana y tras unos meses ya oía los 45 minutos del programa, con la ventaja añadida de haberse despedido de su barriga cincuentona. Hacer el cambio gradual fue, según O´ Hanlon, lo que propicio el éxito.
A muchos de nosotros, como en el ejemplo anterior, nos gusta haber hecho las cosas, pero en absoluto el proceso que comporta hacerlo.