Publicado en Vídeos Inspiradores

El efecto espejo


Este vídeo me confirma en que tenemos grandes dificultades de apreciar nuestro envoltorio más preciado, ese cuerpo que nos sostiene, contiene nuestra mente y nuestro ser y forma parte (pero no es lo único) de nuestra identidad. La prueba del espejo nos pone nerviosos y conduce en un porcentaje muy alto a la negatividad y la auto descalificación. Qué diferente sería hacer una indagación apreciativa de nosotros mismos. Podéis experimentarlo por vosotros mismos dedicando unos minutos a ver el vídeo. Luego solo resta pasar a la acción repitiendo el ejercicio con una nueva perspectiva.

Anuncio publicitario
Publicado en Pensando en voz alta

Distinguir razones de propósitos


microcambios

Nosotros, los procrastinadores (sé que el palabro suena bastante parecido a nosotros, los drogatas,  o nosotros, los borrachuzos,) tenemos en común una dificultad: no distinguimos entre razones y propósitos.

Básicamente ignoramos, en sentido estricto, lo que expresan ambos términos: «razones» y «propósitos».

Pues bien, mientras las razones atienden a los por qué,  los propósitos se ocupan de los para qué. Y mientras los primeros iluminan los motivos ocultos de cada quién para actuar, los segundos  proporcionan algo más  valioso: combustible, esto es:  compromiso y energía, un tándem indispensable para lograr un objetivo.

Si toda la vida has querido escribir un libro y no lo has hecho, averiguar por qué no lo haces, no te ayudará a lograrlo. Descubrirás, eso sí,  emociones intensas ocultas en tus razones personales, eso es todo. En cambio, si las pesquisas van dirigidas a la finalidad, al para qué  quieres hacerlo, para qué es importante ser escritor, para qué necesitas tener ese libro entre tus logros, entonces la situación cambia porque te das de bruces con un anhelo, un asunto tan  importante que, si se posterga, dañara lo más preciado que posees.

Encontrar el propósito, como sostenía Viktor Frankl, creador de la logoterapia, consiste en encontrar la piedra angular sobre la que se apoya el edificio de tu vida. Así que si quieres escribir un libro pregúntate cuál es tu propósito al respecto, qué cambiará hacerlo o no hacerlo, qué diferencia se aprecia en tu vida de seguir como estás (sin libro escrito)  o  de conseguir la meta (libro escrito). Después, una vez hayas hecho tus averiguaciones sobre el propósito, añade las razones que gustes. Estas adornarán y enriquecerán el propósito pero nada más. Y quien dice libro dice cualquier asunto que estés aplazando por escudarte en razones sin investigar propósitos. 

Publicado en Microhistorias, Pensando en voz alta

El sentido del dinero


microcambios

Ilustración: Yuko Shimizu

Me gusta esta historia porque la interpreto como una brillante  metáfora sobre la circulación del dinero; además, expresa a la perfección mis creencias sobre esta cuestión. Las parábolas y cuentos sirven para explicar de forma sencilla conceptos difíciles de entender en su totalidad. 

«Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Casi sin darse cuenta llegó a una cabaña vieja, de aspecto desmoronada, sin ventanas ni  techos. El pobre hombre encontró una pequeña sombra donde acomodarse para huir del calor y el sol del desierto. Al observar a su alrededor, descubrió una oxidada bomba de agua, se arrastró hacia allí, agarró  la manivela y comenzó a bombear y  a bombear sin parar… pero no sucedía nada.

Desilusionado, se apartó y entonces observó que a su lado había
una botella vieja. La miró, le quitó el polvo y leyó en la etiqueta: «Amigo, necesita primero precargar la bomba con toda el agua que contiene esta botella. Antes de marcharse, por favor, tenga la gentileza de llenarla nuevamente».

El hombre desenrosco la tapa de la botella, y ahí estaba el agua. ¡La botella estaba llena! De repente,  se vio en un dilema… si bebiese aquella agua, sobreviviría sin duda, pero si decidía verterla en  esa bomba vieja y  oxidada, quizás obtuviera agua fresca del fondo del pozo, y pudiera beber toda la que quisiese, o tal vez no; tal vez la bomba no funcionaría y el agua de la botella se desperdiciaría. Incluso podría morirse de sed.

¿Qué debía hacer? ¿Verter el agua en la bomba y esperar a que
saliese agua fresca?, o ¿beber el agua vieja de la botella e ignorar
el mensaje que le había dejado un desconocido? ¿Debía perder toda aquella agua confiando en unas instrucciones, aparentemente poco confiables, escritas no se sabe cuánto tiempo atrás?

Con grandes dudas, el hombre derramó gota a gota el agua en la bomba, enseguida agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba empezó a rechinar y rechinar sin parar pero… ¡nada pasaba! La bomba siguió con sus ruidos y entonces surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente el agua corrió con abundancia, agua fresca y cristalina.

El hombre llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y bebió  su contenido refrescante. Enseguida, la rellenó  hasta arriba para el  próximo viajante y enriqueció la frase:
«Créame:¡funciona!, usted tiene que dar toda el agua antes de
obtenerla nuevamente!»»

Publicado en Artículos de blogs que nos interesan

15 ideas que valen su peso en oro


microcambios

Ilustración: Rafal Olbinski

¿Inventas excusas?

¿Evitas hacer cosas que te asustan?

¿Te apoltronas en la zona de confort?

¿Pospones todo para mañana?

¿Te define la opinión de los demás?

¿Enjuicias a todo bicho viviente?

¿Te escudas en no tengo, no puedo… para hacer?
¿Te comparas continuamente? 


Las personas con mucha confianza en sí mismas:

1. Se hacen cargo de sus pensamientos y de sus acciones. No le echan la culpa al tráfico si han llegado tarde a  la oficina; simplemente  han llegado tarde.  No camuflan sus defectos con excusas como «No tengo tiempo» o «No soy lo suficientemente bueno»; encuentran el tiempo y se encargan de mejorar hasta que son los suficientemente buenos. No inventan excusas.

2: No permiten que el miedo domine sus vidas. Saben que las cosas que los atemorizan son con frecuencia aquellas cosas que es necesario hacer para convertirse en las personas que están destinadas a ser. No evitan hacer cosas que les asustan.

3. Evitan las zonas de confort, porque saben que es ahí donde los sueños mueren. Buscan activamente la sensación de incomodidad porque saben que desafiar los propios límites es crucial para ser exitosos. No viven en una burbuja de confort.

4. Saben que un buen plan debe ser ejecutado hoy y que eso es mejor que llevarlo a cabo en algún momento. No esperan al «momento apropiado» o  a las «circunstancias apropiadas», ya que saben que esas reacciones están basadas en el miedo al cambio. Actúan aquí, ahora, hoy –porque es ahí donde se da el progreso. No posponen las cosas para la semana que viene.

5 Jamás se ve atrapada por las opiniones negativas. Les interesa el bienestar de los otros y buscan tener un impacto positivo en el mundo. No se ven afectados por las opiniones negativas  sobre las que no pueden hacer absolutamente nada. Saben que sus verdaderos amigos los aceptarán como son y no les interesa lo que el resto piense de ellos  No se obsesionan por las opiniones de otros.

6 No toleran el drama innecesario y auto infligido. No necesitan insultar a sus amigos por detrás, ser parte de los rumores acerca de compañeros de trabajo o vapulear a la gente que opina diferente. Se sienten a gusto con como son y no tienen necesidad de mirar con desprecio a nadie.  No juzgan a la gente.

7. Hacen uso de los recursos a su alcance, no importa si son muchos o pocos. Saben que todo es posible con creatividad y estando dispuestos a no rendirse. No agonizan frente a los contratiempos, sino que se focalizan en obtener una solución. No hacen comparaciones.  No dejan que la falta de recursos los detengan.

8. No tienen que competir con ninguna otra persona. Solo con la persona que ellos mismos fueron ayer. Saben que cada persona vive una historia que es tan única que compararse es simplemente un ejercicio absurdo y simplemente inútil. No compiten con nadie.

9.Carecen de  interés por complacer a otros. Son perfectamente conscientes de que uno no puede llevarse bien con todo el mundo. Se focalizan en la calidad de sus relaciones, en vez de hacerlo en la cantidad. No les produce placer complacer a la gente.

10. No necesitan que les echen una mano. Saben que la vida no es justa y que las cosas no siempre saldrán del modo que ellos quieran. Saben que no pueden controlar todos los eventos de sus vidas, y se focalizan en su poder de reaccionar positivamente  y encontrar en eso un impulso.  No necesitan de respaldo constante.

11. Confrontan los vaivenes de la vida atacando directamente la raíz para evitar que el mal se disemine. Saben que los problemas que no son resueltos se multiplican a medida que el tiempo pasa. Prefieren tener una conversación incómoda con su pareja hoy a barrer una verdad incómoda debajo de la alfombra, poniendo en riesgo la confianza.  No evitan las verdades incómodas.

12. Se levantan después de cada caída. Saben que los errores son inevitablemente parte del proceso de crecimiento. Se comportan como  detectives,  siempre buscando pistas que revelen por qué algo no funcionó. Después de modificar el plan A vuelven al camino, convencidos de que esta vez obtendrán mejores resultados. No renuncian a causa de inconvenientes menores.

13. Actúan sin dudarlo. Cada día se recuerdan a sí mismos: «si no lo hago yo, ¿quién?».  No necesitan el permiso de nadie para actuar.

14. No se limitan   a tener un plan A. Hacen uso de todas las herramientas a su disposición testeando implacablemente en cada intento su efectividad hasta que identifican las estrategias que tienen los mejores resultados al menor costo en tiempo y esfuerzo.  No se limitan a usar un conjunto pequeño de herramientas.

15. No aceptan los artículos publicados en Internet como algo verdadero solamente porque su autor “así lo dice. Estudian el artículo bajo la lente de su perspectiva única. Mantienen un escepticismo saludable haciendo uso de cualquier material que les sea relevante en su vida y olvidándose del resto. A pesar de que estos artículos son entretenidos y una forma interesante de ejercitar nuestras ideas, las personas con mucha confianza en sí mismas son las únicas con el poder para decidir el significado de la palabra “confianza”.  No aceptan ciegamente lo que leen sin antes pensarlo y analizarlo.

Fuente: http://www.lifehack.org/articles/communication/15-things-highly-confident-people-dont.html Sigue leyendo «15 ideas que valen su peso en oro»

Publicado en Pensando en voz alta

La libertad de soltarse


Microcambios

Pintura: Jean Baptiste Corot

Imaginemos que la vida es un río. La mayoría de la gente  no se aleja de la  orilla, temerosa de soltarse y arriesgarse a ser arrastrada por la corriente.
En un determinado momento, todos debemos estar dispuestos a soltarnos, confiando en que el río nos lleve sanos y salvos. Si es así, es porque hemos aprendido a «dejarnos llevar por la corriente»,y esa sensación es maravillosa. En cuanto nos acostumbramos al fluir de la corriente,podemos mirar hacía delante y marcarnos nuestro propio curso, sorteando los obstáculos, adentrándonos por los canales y brazos del río que prefiramos, sin por ello dejar de «ir con la corriente».

SHAKTI GAWAIN 

Publicado en Microideas

La fórmula del éxito condensada en 4C


En una ocasión Walt Disney expuso su fórmula para el éxito: «No creo que haya ninguna cumbre que no pueda ser escalada por una persona que conozca el secreto para hacer realidad sus sueños. Este secreto especial yo lo resumo en 4 «ces». Son la curiosidad, la confianza, el coraje y la constancia. De todas ellas la más importante es la confianza. Cuando creas en algo créelo sin dudar y sin cuestionarlo».

Fuente: El libro de las posibilidades de Albert Lieberman