En absoluto me quedo con el triunfo final. Lo que de verdad importa está en el medio, en la manera de crecer de esta niña, en quien tiene en su entorno: un equipo a favor, su firmeza de carácter, sus ganas de aprender, su mentalidad de crecimiento, la actitud de salir al mundo y fracasar y, finalmente, la envidia, los celos, las personas que no te van a dejar ocupar tu espacio… Pese a todo, ahí la tenemos: mirando hacia dentro y sacando fuerza de su diferencia, disfrutando de su talento.
Este vídeo me confirma en que tenemos grandes dificultades de apreciar nuestro envoltorio más preciado, ese cuerpo que nos sostiene, contiene nuestra mente y nuestro ser y forma parte (pero no es lo único) de nuestra identidad. La prueba del espejo nos pone nerviosos y conduce en un porcentaje muy alto a la negatividad y la auto descalificación. Qué diferente sería hacer una indagación apreciativa de nosotros mismos. Podéis experimentarlo por vosotros mismos dedicando unos minutos a ver el vídeo. Luego solo resta pasar a la acción repitiendo el ejercicio con una nueva perspectiva.
¿Nos permitimos tener nuestras propias opiniones? ¿Nos damos permiso para ir contracorriente, para no aceptar lo inaceptable, para forjar nuestro ideario de valores al margen de modas y corrientes imperantes? No siempre resulta fácil pero intentarlo merece la pena. Como botón de muestra, esta escena de la película El Profesor.
Lo cuenta una niña de 3 años pero detrás está el mago, humorista y guionista Jandro, padre de la expresiva criatura. Y recuerda:
Cuando hay un problema lo vemos todo negro Los problemas no vienen solos, siempre hay una solución.
La solución siempre está en medio de los problemas.
Hay problemas por todos los lados.
Hay problemas que no nos dejan ver la solución.
Pero siempre está ahí.
¡Cambiemos las cosas!
Cada problema tiene muchas soluciones y se consigue con trabajo, pasión, ilusión, esfuerzo y ¡siendo feliz!
Simpatía y empatía no son un mismo concepto y este breve vídeo de RSA lo explica de maravilla sin necesidad de recurrir a definiciones conceptuales complejas.
Podemos contar con la simpatía del otro, aunque lo más valorado quizás sea esa actitud de la persona empática que siente con el otro y nos otorga lo que más necesitamos: conexión, comprensión y el consuelo de escucharnos.
Porque siempre es el momento, porque se puede dar un paso al frente y cambiar, porque conformarse solo produce más de lo mismo, porque crecer como persona aporta plenitud y dicha, por tantas razones merece la pena explorar el atrevimiento.
Un segundo, una decisión, lo cambia todo, inclina la balanza de un lado o de otro, te empuja a transitar un camino o te desliza hacia final de trayecto. Y todo en cortas, e inasibles, unidades de tiempo. Sin consciencia. Sin posibilidad de vuelta atrás. Este vídeo es el ejemplo de una vida completa que podría haber sido y se ha quedado en vida distinta, donde faltan personas, situaciones, momentos de otra posible vida solo imaginada por un instante. Me gusta por su poética y por la verdad que encierra: vivimos en un mundo de posibilidades donde unas anulan a otras.
Un diez para Ikea y su divertido spot publicitario: La llave del orden. El primer guiño aparece con la irrupción de Manuel Pimentel, ex ministro de Trabajo español y mediador en el problema de los controladores aéreos y Aena o en el ERE de Coca-Cola. Se necesita un mediador de ese calibre para solucionar unos problemas de pareja ridículos, derivados de las luchas campales por el espacio, por la personalidad de cada cual, de las reivindicaciones propias.
El cómico anuncio refleja muy bien cómo funcionamos emocionalmente y cómo nos comunicamos y relacionamos en pareja cuando las soluciones no son el objetivo prioritario sino la contienda y la discusión baladí. De ahí que el amor vuelva a su cauce cuando «el orden» ordena el caos existente y deja espacio a cada uno para ser quien es. ¡Buena jugada!
Pues sí, hoy me he levantado con la sensación de millonetis y quería compartirla. Millonetis a mi manera, eso sí, con el increíble caudal compuesto por estas magníficas inversiones:
– dos ojos que acaban de ver el cielo grisáceo del mes de mayo
–una boca que saborea un sorbo de te como la primera vez que lo probé
–una nariz que olisquea el aroma de las tostadas recién hechas
–unas manos hábiles que encienden el interruptor de la luz
–dos oídos atentos al aleteo de las gaviotas sobrevolando la lonja del puerto
Y como colofón una alegría, la ilusión de que es posible regalar actos de amor a tutiplén, pequeñas cosas para hacer a alguien feliz en tan solo un momento.
El cerdito es ingenioso pero todas sus estrategias fracasan. Cuando alcanza su objetivo, con él llega la frustración. Aparte de provocarme una sonrisa, este corto animado me ha llevado a reflexionar: ¿Y si hay ciertas cosas que están fuera de nuestro alcance porque carecemos de una estrategia exitosa (llámese conocimiento, oportunidad, formación, experiencia o deseo dirigido) y tampoco nuestra mentalidad y actitud ayudan? Tal vez al protagonista de esta historia le habría ido mejor si hubiera buscado ayuda para alcanzar el techo de la nevera y conseguir el botín.
Eso hace el coaching: ayudarte a encontrar el medio que te permitirá alcanzar el techo de la nevera y coger el bote de galletas . Antes, naturalmente, el coach te habrá preguntado para qué quieres el bote de cookies, qué pasará cuando lo hayas conseguido, cómo te sentirás, porque, a lo mejor descubres que no te interesa lo más mínimo el bote de marras en cuestión. En caso contrario, una vez que sepas en qué berenjenal te metes y para qué lo haces, subir será mucho más fácil.
Aprender de los errores del cerdito es sin duda útil, pero mucho más útil es saber para qué queremos algo, qué recompensa obtenemos al alcanzar nuestro preciado objetivo y qué precio pagaremos.