Publicado en Microhistorias

La voz de la vocación


Hijos de la Medianoche es uno de mis libros favoritos. Pocas obras me han causado el asombro de ésta y eso que entre mis dos lecturas mediaron veintitantos años. En este breve fragmento del Esquire de la sección «Lo que he aprendido», el novelista nos cuenta cómo solucionó sus problemas con la vocación, esa llamada irrenunciable que se remite al anhelo de ser.

Salí de la universidad en 1968, y mi novela « Hijos de la medianoche» se publicó doce años después. Entre tanto subsistía. Trabajé en el mundo de la publicidad durante dos o tres días a la semana para que los otros cuatro o cinco los pudiera dedicar a quedarme en casa y escribir. La publicidad fue muy tentadora, ya que constantemente intentaba sobornarme para que me dedicara a tiempo completo. Cuando no has tenido éxito como escritor, los sobornos empiezan a buscarte. Empiezas a pensar:  ¿a quién estoy engañando? Sí, creo que me gustaría ser novelista, pero no estoy llegando a ningún lado, y mientras tanto estas personas me ofrecen una vida cómoda. «No seas idiota!» me decía una voz. Lo que creo que resultó una valentía de mi yo joven fue tomar la decisión de que s,í sería un idiota. Sólo perseveraría.  Se siente una gran valentía cuando uno decide que vas a  estar muy  bien con esa persona que has puesto en el corazón de tu ser.

Salman Rushdie

http://www.esquire.com/features/what-ive-learned/ESQ0106WILRUSHDIE_102

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Autor:

Vivo en una ciudad del Norte de España, entregada a la pasión por aprender y transformar mi vida y la de los que me rodean en una aventura única. Creo en la gente y en las oportunidades que nos ofrecen las adversidades. He aprendido que el único pecado imperdonable es no arriesgarse.

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