Estaría bien, Agatón, que la sabiduría fuera una cosa de tal naturaleza que, al ponernos en contacto unos con otros fluyera de lo más lleno a lo más vacío de nosotros, como fluye el agua en las copas, a través de un hijo de lana, de la más llena a la más vacía.
El Banquete (Platón)
El secreto de las palabras de Platón hay que buscarlo en ese «estaría bien« del principio. Estaría bien, pero el acceso a la sabiduría no se produce de esa forma tan natural y sencilla, requiere observación, práctica, desempeño, honestidad y humildad. El maestro tiene la misión de enamorar e impulsar y el discípulo de abrir los ojos y tomar nota. La sabiduría implica descubrimiento pero también transmisión y apertura a lo que ya forma parte de nosotros y tenemos a a nuestra disposición.