Fuente: Giacometti Font Family
Frente a un dilema podemos hacer dos cosas: excluir la razón o no admitir más que la razón. La pregunta es: ¿me beneficia posicionarme en cualquiera de los dos polos? El pensamiento lateral es posibilista y se sitúa más allá de la lógica.No es que haga caso omiso a la razón o a la emoción sino que no aferra como un clavo ardiendo a experiencias anteriores del pasado. Prefiere pensar mediante la experimentación, la prueba, las variables en juego… Es provocativo porque se atreve a ir más allá del punto de vista que solemos adoptar habitualmente (ya sea racional o emocional). Además, no sabe lo que busca hasta que lo encuentra. Por eso los «y si…» constituyen su centro de gravedad.
Evita ambos excesos y permítete ser creativo. Esta forma de pensar (hacia los lados, como barriendo un amplio espectro de posibilidades) es la que propicia el cambio y lo impulsa.