Viñeta de Forges
Leo en varios blog, comentarios críticos hacia la idea del cambio social. En general estos comentarios desprecian el «buenismo»y se muestran descreídos con cualquier posibilidad de cambio en la economía sólo porque las personas adopten actitudes altruistas o de compromiso. En estos comentarios las críticas se disparan hacia científicos, economistas, humanistas o creadores que defienden otra forma de pensar y actuar. Comprendo estas críticas pero la experiencia me ha enseñado que lo único que puedes cambiar en esta vida es a ti mismo. Nos empeñamos en cambiar a todos cuantos nos rodean, no los comprendemos y al final acabamos desembocando en el cinismo. En realidad, el cinismo es lamentable porque no sólo no aporta soluciones sino que carga con quien, no dándolas, sí propone una reflexión sobre los beneficios de mirar hacia el interior y ofrecer el testimonio de cómo el cambio personal ha afectado a su actual visión del mundo.
Estoy muy de acuerdo, de hecho cuando intentamos cambiar a los demás y (obviamente) no lo logramos, solo surgen frustraciones y ponemos sobre los que nos rodean cargas que no se merecen. Si realmente se quiere conseguir el cambio creo que tenemos que aceptar que cada persona nos puede aportar algo distinto, y que está en nuestra mano saber verlo