Ilustración: Rafal Oblinski
Los sentimientos que nos hacen más daños, las emociones que más nos afligen, son las que son absurdas —el ansia de las cosas imposibles, precisamente porque son imposibles, la añoranza de aquello que nunca ha existido, el deseo de lo que podía haber sido, la pena de no ser otro, la insatisfacción de la existencia del mundo—; todas aquellas medias tonalidades de la conciencia del alma crean en nosotros un paisaje dolorido, una eterna puesta de sol de lo que somos (…). Sentirnos es entonces un campo desierto al oscurecer, triste cañar al pie de un río sin barcos, negreando claramente entre las lejanas orillas.
Fernando Pessoa, Libro del desasosiego