Ilustración: Grahame Baker-Smith
— No tiene sentido probar –dijo Alicia-; uno no puede ir creyendo en
cosas imposibles.
— Me atrevería a decir que no has tenido mucha práctica –dijo la Reina-.
Yo a tu edad, siempre lo hacía media hora cada día. A veces, antes de
desayunar, ya había creído en al menos seis cosas imposibles.
Alicia a través del espejo (Lewis Carroll)