David Allen, creador del sistema de gestión del tiempo, GTD (Getting Thing done), ofrece una regla sumamente útil para los perezosos: todo lo que lleve menos de dos minutos hazlo en cuanto se presente.
Esta microidea la considero especialmente brillante. Siento terror ante tareas que requieren un importante despliegue de energía. En consecuencia, procuro no hacerlas nunca. Gracias a esta sugerencia de emplear dos minutos (lo del tiempo es un decir), subdivido el trabajo y todo acaba resultando más asequible.
Buen consejo, acabo de dedicarle dos minutos a fregar 😉
y yo dos minutos a escribirte esto;)
muy bueno el blog marti, mañana otros dos minutos.besos
mi hija tarda más de dos minutos en ponerse a estudiar,voy a ver si consigo que lo haga en 1’30.mabel