Las emociones tienen su acomodo natural en los libros. Todos ellos rezuman el sentir humano. Detrás de cada libro hay un hombre y una mujer que inventa, fabula, roba, experimenta y en definitiva escribe para ofrecer su hipótesis sobre un momento de existencia acotado en una espesura de páginas. Todos los libros obligan al lector a emprender un viaje, pero no siempre el viajero se queda en el país inventado. A veces le basta asomarse. Ese paisaje no va con él/ella. Cuando la estancia se alarga, el viajero siente. Es como si un tentáculo se cerniera sobre su corazón extrañado. Los libros producen miedo, ansiedad, asombro, tristeza, rabia, alegría, contento,dulzura… Los libros reptan en las memorias de los seres humanos y confunden a los cerebros de los precavidos y los no tan precavidos. Arman escándalos interiores y empujan al descubrimiento no deseado. Encienden luces como teas donde segundos antes sesteaba una sombra. Los libros son el cofre de las emociones, el custodio de la esperanza que con celo vigila Pandora. Son ese amor que estremece aún pasados ochenta años de vida, esa aflicción que no conoce tregua, ese ir y venir por tierras desacostumbradas…
Te deseo no solo un feliz día del libro sino que todos los días de tu vida sean un día de celebración lectora.
Y para acabar una lista de libros emocionables seleccionados tan subjetivamente como me ha sido posible. No están todos los que son pero si son todos los que están.
Cecilia Monllor
Alegría: Una temporada para silbar de Ivan Doig
Amor: Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Amistad: El último encuentro de Sandor Marai
Celos: La solterona de Edith Wharton
Compasión: La impaciencia del corazón de Stefan Zweig
Confusión: El guardian entre el centeno de J.D Salinger
Curiosidad: El principito de Antoine de Saint Exúpery
Desasosiego: El libro del desasosiego de Fernando Pessoa
Descubrimiento: La firma de todas las cosas de Elisabeth Gilbert
Desequilibrio: El hambre de Hoffman De Leon de Winter
Enfado: Olive Kitteridge de Elisabeth Strout
Envidia: Expiación de Ian McEwan
Epifanía: La vida de Pi de Yann Martel
Esperanza: El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Hermandad: El sol de los Scorta de Laurent Gaudè
Impostura: Middelmarch de George Eliot
Incomprensión : Identidad de Hanif Kureishi
Miedo: Otra vuelta de tuerca de Henry James
Orgullo: Los Buddenbrook de Thomas Mann
Pérdidas: Todo cuanto amé de Siri Hustvedt
Poquedad: Stoner de John Williams
Rabia: Klaus y Lucas de Agota Kristoff
Renuncia: Bartleby y compañía de Enrique Vila-Matas
Santidad: Lluvia de millones de Frank Cotrell Boyce
Satisfacción: 84 Charing Cross Road de Helène Hanff
Sentido de la vida: La muerte de Ivan Illych de León Tolstoi
Silencio: Biografía del silencio de Pablo D´Ors
Soberbia: La puerta de Magda Zsabo
Soledad: La intrusa de Eric Fayè
Tristeza: Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos
Venganza: Vestido de novia de Pierre Lemaitre