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Construir ahora


microcambios

Fotografía: Juan Rodríguez 

«Hay que vivir con la certeza de que envejeceremos y que no será algo bonito, ni bueno, ni alegre. Y decirse que lo que importa es el ahora: construir, ahora, algo, a toda costa, con todas nuestras fuerzas. Tener siempre en mente la residencia de ancianos para superarse cada día, para hacer que cada día sea imperecedero. Escalar paso a paso cada uno su propio Everest y hacerlo de manera que cada paso sea una pizca de eternidad. Para eso sirve el futuro: para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos».

La elegancia del erizo (Muriel Barbery)

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Canalizando la propia energía


 

A partir del minuto 10.12 del vídeo empiezan unos sencillos ejercicios de Qi Gong que consiguen una relajación inmediata. Si no conoces esta práctica ancestral, asómate a la charla de Lee Holden y  prueba. Los resultados son más que sorprendentes en términos energéticos. (Debajo de la pantalla con la línea roja se conectan los subtítulos en español).

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El corazón tiene cerebro


Microcambios

Entrevista con Annie Marquier, matemática e investigadora del cerebro

«Tengo 72 años y sigo siendo joven. Nací en Toulouse y vivo en Canadá. Estudié la carrera de Matemáticas y piano. Creo que el ser humano lleva consigo un potencial extraordinario de conciencia, inteligencia, sabiduría y amor; descubrimientos científicos recientes lo constatan».

Ciencia y conciencia: Tras estudiar Matemáticas y la carrera de piano y órgano fue profesora en La Sorbona. Luego se instaló en India y participó en la creación de la comunidad de Auroville con Sri Aurobindo y Krishnamurti. Y poco después fundó en Quebec el Instituto para el Desarrollo de la Persona. Es autora de El poder de elegir, La libertad de ser y El maestro del corazón (Luciérnaga). Lleva muchos años investigando la intersección entre la ciencia y la conciencia y sus planteamientos son siempre rigurosos y están documentados. El próximo sábado expondrá en las jornadas sobre La Evolución de la Conciencia (CosmoCaixa) los descubrimientos sobre el cerebro del corazón y sus implicaciones.

Que el corazón tiene cerebro es una metáfora, ¿no?

No. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.

¿Es inteligente?

Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro; y que puede aprender, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.

Primera…

La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.

¿Significa eso que el corazón puede influir en nuestra manera de pensar?
Puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.

Segunda conexión…

La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.

Tercera…

La comunicación biofísica mediante ondas de presión. Parece ser que a través del ritmo cardiaco y sus variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.

Cuarta…

La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico.

¿Y se ordena con las emociones positivas?

Sí. Y sabemos que el campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón.

¿A qué conclusiones nos llevan estos descubrimientos?

El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro de la cabeza. ¿ No será este nuevo circuito un paso más en la evolución humana?

¿…?

Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, con ondas incoherentes.

¿Aparece con las emociones negativas?

Sí, con el miedo, la ira o la desconfianza. Pero hay más: las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.

Ya ve, el cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.

Parece ciencia ficción.

Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.

Pues parece que nadie lo utilice…

Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.

¿Y cómo puedo activar ese circuito?

Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje…

¿Santos las 24 horas?

Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.

¿Y cómo nos libramos de ellos?

Tomando la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.

Ya.

Cultive el silencio, contacte con la naturaleza, viva periodos de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio, trabaje en grupo, viva con sencillez. Y pregunte a su corazón cuando no sepa qué hacer.

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Sus libros:

La libertad de ser

El maestro del corazón

El poder de elegir

Fuente: Inma Sanchís La Contra de La Vanguardia

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Publicado en Pensando en voz alta

Cuando ya no estés, cuando ya no esté


Microcambios, Me mudo de sistema,

Ocurrirá algún día. Un día, sí. Ya no estarás. Ya no estaré. Ese día será muy parecido al resto de los días. Saldrá el sol, se pondrá el sol. Todo el mundo respirará como antes, salvo tú, salvo yo. En los periódicos, en las radios, en las televisiones, en internet, habrá noticias. Como cualquier otro día. Como esos días calcados en los que tú estabas, en los que yo estaba. Y qué curioso, nada habrá cambiado y todo habrá cambiado. Solo porque ya no estás, porque ya no estoy. Piénsalo. Cuando el otro abra los ojos y piense que el mundo es diferente, solo porque tú te has ido, porque yo me he ido, la ilusión perdurará en su cerebro como un encantamiento, quizás minutos, tal vez horas, puede ser que días e incluso meses y exagerándolo todo,  años. Sí, pero, moja el pie en el agua y comprobarás que la piel toca el agua y hay poca diferencia en la sensación que experimentabas cuando yo estaba. También yo lo hago. Al final, la muerte no resulta ninguna sorpresa. No es el fin, ni el principio de nada, sino la continuidad de todo, a excepción de ti y de mí. Tú y yo somos meras partículas suspendidas en un polvo lumínico que nos transforma y nos dispersa en un infinito imposible de cuantificar.

Un día habrá silencio, para ti, para mí. Y será como si tú y yo nunca hubiéramos existido.  Como si antes que tú y yo, el mundo fuera tan mundo que no albergara la posibilidad de habernos contenido. Esto no es cierto. No al menos, para ti, ni para mí.

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Una teoría sobre la no muerte


El científico Robert Lanza cree que la muerte es una 'ilusión'.

Publicado en PÚBLICO Madrid 16/04/2014 

¿Existe la muerte? Una teoría científica asegura que no 

El profesor estadounidense Robert Lanza explica, basándose en el «biocentrismo», que la muerte existe solo en nuestra conciencia 

Es un interrogante que ha planeado siempre sobre las cabezas de filósofos, médicos, teólogos, pensadores e investigadores. ¿Existe vida después de la muerte? ¿Qué pasa con nosotros cuando el cuerpo ya no responde?

Ahora, un científico estadounidense afirma que la muerte «es una ilusión» y que las evidencias científicas sugieren que «la muerte no es el final».

En un artículo publicado en su sitio web y recogido en el diario británico The Independent,el profesor adjunto de la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte, Robert Lanza, cree haber hallado la respuesta en la Física Cuántica, más concretamente en la nueva teoría del biocentrismo, basada en que prácticamente todo lo que asumimos como un hecho, existe porque nosotros creemos que es así.

«Nuestra manera clásica de pensar está basada en la creencia de que el mundo tiene una existencia objetiva de observador independiente. Pero una larga lista de experimentos muestran justo lo contrario. Creemos en la muerte porque nos han enseñado que morimos. También, por supuesto, porque nos asociamos a nosotros mismos con un cuerpo y sabemos que los cuerpos mueren», señala Lanza en su artículo.

De este modo, el científico señala que conceptos como el universo, el espacio o el tiempo existen sólo en nuestra conciencia, como instrumentos construidos para la propia vida. «Todo lo que ves y experimentas en este momento -incluso tu cuerpo- es un remolino de información que ocurre en la mente», escribe.

Sostiene, por tanto, que si el espacio y el tiempo no existen, «la muerte no existe en un mundo intemporal y sin espacio». «La muerte no existe en ningún sentido real en estos escenarios», afirma Lanza.

¿Significa eso que vivimos eternamente? El profesor explica que la inmortalidad «no significa una existencia perpetua en el tiempo, sino que reside fuera del tiempo completo». Y explica así lo que podría quedar tras la muerte del cuerpo: «La vida es una aventura que trasciende nuestra manera lineal y ordinaria de pensar. Cuando morimos, no lo hacemos en el modo de una matriz aleatoria, sino según la matriz ineludible de la vida. La vida tiene una dimensión no lineal, es como un flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso», concluye.

Publicado en Vídeos Inspiradores

¿Qué es la conciencia?


Los neurocientíficos se jactan de que en los últimos diez años el conocimiento del cerebro humano ha avanzado más que en los diez mil años anteriores. Sin embargo, sigue habiendo una renuencia a considerar «la conciencia» objeto de estudio de la ciencia. ¿Por qué? Muy sencillo porque mientras la estructura cerebral es objetiva (y la ciencia se encarga del estudio de datos objetivos) ningún científico ha probado dónde se halla  la conciencia. De lo que cabe la deducción de que estudiar una subjetividad (conciencia) desde la objetividad (datos empíricos coprobables)  ni es factible ni es científico. Para la religión es más sencillo: mente y cuerpo son naturalezas duales de la persona y la conciencia pertenece al ámbito espiritual, del alma.  El filósofo John Searle sostiene que estos dos supuestos no están tan enfrentados como parece puesto que, en su opinión la conciencia también es biológica.

En su charla en TED, Searle  explica sus argumentos y regala unos minutos de vibrante inteligencia

A Searle, se le debe la autoría de un curioso experimento llamado  » la habitación china» . Según Searle, si encerramos en una habitación a alguien que no sabe chino con el auxilio de un manual de  respuestas a preguntas o de conversaciones, y desde fuera se le pasan unos signos en chino, la persona puede resolver el problema yendo al  manual, de modo que el que está en el exterior recibe un mensaje que le da a entender que el de dentro «sabe chino pues ha interpretado el mensaje». Pero lo fundamental  es que NO SABE CHINO. La conclusión es que la conciencia real humana va mucho más allá de la visión de ésta como un gigantesco computador porque posee un contenido adicional a la sintaxis, tiene semántica.

Ideas interesantes sobre la conciencia desde el punto de vista biológico

La conciencia es real e irreductible (uno no puede dudar de la existencia de su propia conciencia)

No te puedes deshacer de tu conciencia considerándola una ilusión (como por ejemplo, el efecto del arcoiris)

Los estados conscientes son por definición subjetivos, solo existen según se experimentan

La conciencia se materializa en campos conscientes unificados. Todo cuanto le ocurre a la persona ocurre como  parte de un gran campo consciente unificado que se extiende hacia delante y hacia atrás. Esta es la clave para entender el gran poder de la conciencia. Esto no se ha logrado en un robot

La conciencia funciona causalmente en nuestro comportamiento

En definitiva, una conferencia para aprender y ampliar conocimientos sobre la conciencia. 

Publicado en La caja de herramientas

Un sorprendente experimento con la mente


Me ha mandado una amiga este experimento de cómo revela nuestro cerebro el negativo de una fotografía.

Sigue estos sencillos pasos:

1. Mira fijamente al punto rojo de la nariz de la chica durante 30 segundos.
2. Mueve tus ojos a una superficie plana (techo o pared en blanco por ejemplo).
3. Parpadea varias veces seguidas y rápidamente.
4. Y sí, te vas a quedar con la boca abierta

negativo

Publicado en Pensando en voz alta

Lidiar con el ruido propio


No todo está en tu cabeza.

Pero en parte sí.

Gastamos una enorme cantidad de tiempo tratando de lograr que el mundo se alinee con nuestra visión de lo que nos hará felices o exitosos.

Cualquiera que sea «eso»,  es decir: encontrar la manera de lidiar con el ruido de tu cabeza, será probablemente más rápido y más barato que cambiar el mundo exterior. No es más fácil, sin embargo, importa más.

Fuente: Seth Godin

Publicado en Pensando en voz alta

Elogio del intento: la batalla de Djokovic


Hábitos de siempre o forzado autocontrol es el título del artículo que el periodista de La Voz de Galicia, Paulo Alonso, escribe sobre el encuentro Nadal-Djokovic del 21 de mayo en Roma.

Dice el periodista: » Aparte de las mejoras de Rafa en agresividad, la clave estuvo en el aspecto mental. En el 2011, Djokovic encontró en su entorno el punto para controlar su carácter (hasta entonces irascible y con altibajos) y trabajar en positivo para desarrollar todo su talento. Una mejora en una personalidad ya formada, que exigió un gran autocontrol. En Roma, ante Mónaco, rompió una raqueta en un gesto de rabia tras un error, y reconocía: «Es que yo soy así. Espero que no me haya visto ningún niño».

Esa es la gran diferencia con Rafa, educado desde su inicio de forma inflexible: nada de gestos negativos, respeto al contrario y humildad sin que eso suponga ninguna merma en su lucha. Si no alcanza con ello, felicitar al rival y trabajar más duro luego para conseguir la victoria».

Hasta aquí el extracto del artículo.  Ahora empieza mi reflexión sobre lo escrito por Paulo Alonso. No soy una entendida de este deporte, no suelo verlo y tampoco entiendo sus reglas pero me mantengo informada y admiro a ambos tenistas. La lectura de este artículo me ha suscitado una reflexión: Rafa es un deportista modélico porque ha sido educado desde pequeño en manejar sus emociones para que jueguen a su favor, algo realmente inteligente y efectivo, pero ¿qué pasa cuando no cuentas con un tío Tony como el de Rafa y encima eres colérico e impulsivo como  Djokovic?  Pues que no te queda más remedio que aprender.  Y eso ha hecho el tenista serbio: aprender a lidiar con su genética y sus impulsos emocionales naturales. Encuentro que a pesar del gesto de ira de romper la raqueta y de decir «yo soy así» (lo cual es cierto aunque podía haber añadido: a veces, sólo cuando no puedo dominarme y sale mi parte inconsciente, también puedo ser de otra manera) le honra reconocer que no siente orgulloso con su pataleta y le honra reconocer que necesita trabajar en positivo. Esto tiene un nombre: humildad. La mayoría de nosotros somos como Djokovic. Necesitamos intentarlo a diario. No nos sale de forma natural. Tenemos que esforzarnos y por eso necesitamos la comprensión y el aliento de los que son como Rafa. Nadal es la naturalidad, Djokovic la fuerza de voluntad. Ambas cualidades son encomiables.