El ingenio y el gracejo, gracias a Dios, que no falten. Me he divertido de lo lindo oyendo las cántigas de este optimista recalcitrante que se inventa cien y una solución para salir de la situación de desempleado. Entre las sugerencias del optimista mis favoritas son: asolear bebés, hacer de perro y ladrar por la noche, inflar botellas, ensayar novias para el matrimonio, entrenar tortugas y ofrecerse de sapo para un experimento. ¡Qué no falte jamás la risa en Colombia, en España y en el resto del orbe! ¡Ah y por supuesto que los pueblos y los gobiernos que resultan de las votaciones democráticas tomen nota de que la gente quiere ganarse su pan con un trabajo digno! Y ya.