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Un sorprendente experimento con la mente


Me ha mandado una amiga este experimento de cómo revela nuestro cerebro el negativo de una fotografía.

Sigue estos sencillos pasos:

1. Mira fijamente al punto rojo de la nariz de la chica durante 30 segundos.
2. Mueve tus ojos a una superficie plana (techo o pared en blanco por ejemplo).
3. Parpadea varias veces seguidas y rápidamente.
4. Y sí, te vas a quedar con la boca abierta

negativo

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Apuntes provechosos para hacer mejores entrevistas


 

Seth Godin dedica este post a dar pautas de cómo contestar una entrevista para los nuevos medios de comunicación surgidos de la era digital. Me ha parecido interesante porque la mayor parte de los profesionales aprenden estas sencillas técnicas con la práctica a base de equivocarse una y otra vez; así que cuánto mejor interiorizar las sencillas reglas de Godin.  Es probable, no obstante,  que llegado el momento metamos la pata, pero eso es normal cuando se ejerce de novato en algo.

Cómo ser entrevistado

La explosión de canales de medios de comunicación y eventos públicos ha provocado que cada vez, haya mayor número de personas  requeridas para ser entrevistadas acerca de innumerables temas. Incluso te puede ocurrir a ti … y pronto.

  1. Te  llaman para pedirte una entrevista sin tener tú la iniciativa pero con buenas razones. Si no estás ansioso por compartir tu perspectiva, no te molestes en aparecer.
  2. Las preguntas no  se deben tomar al pie de la letra. El propósito es darte la  oportunidad de hablar sobre algo que te importa. El público quiere escuchar lo que tienes que decir, y si la cuestión no es justo sobre ese punto aprovecha para dar una respuesta diferente.
  3. En todos los medios, menos en los más formales, es apropiado hablar de antemano con el entrevistador para darle pistas sobre lo que estás interesado/a en discutir. Es conveniente para ambos.
  4. El entrevistador no es tu amigo, y todo lo que digas aparecerá reflejado. Si no quieres que aparezca registrado: no lo digas.
  5. Si  te hacen la misma pregunta de entrevista en entrevista, es probable que haya una buena razón. Arguyendo: «me hacen la misma pregunta todo el tiempo» y poniendo caras, manifiestas una  falta de respeto al entrevistador y al público. Ver la regla 1.
  6. Si tus respuestas no son interesantes y emocionantes es culpa tuya y no del entrevistador.  Ver la regla 2.
Artículo original en inglés:  http://sethgodin.typepad.com/
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Exasperar al miedo


Cada día, durante cuatro semanas, reserva media hora de tu tiempo a imaginar las peores consecuencias que pueden derivarse de que se cumplan tus miedos más inconfesables. Para que surta efecto hazlo en relación a un objetivo, como  la angustia de hablar en público, la imposibilidad de coger aviones, el miedo a comprometerte, que los críticos opinen que sencillamente eres una birria etc…

Ponte en lo peor, que no te duelan prendas. Recrea la situación con todo lujo de detalles: te tachan de mediocre por tu exposición, te colocan en la lista de gente poco interesante, haces el ridículo y se ríen de tu ignorancia, te ningunean y no vuelven a contar contigo, piensan que eres completamente idiota, te mueres, se cae el avión, pierdes a toda la familia junta, te ridiculizan delante de todo el mundo, descubren tus secretos inconfesables y te desprecian, descubren que todo en ti es falso, reparan en lo poco que vales, te quedas en blanco, te entra una descomposición y no puedes ir a ninguna parte, te encierran, te quedas sepultado/a y nadie te encuentra, te dejan solo, suspendes el examen, te quitan la beca,  pierdes muchísimo dinero, te arruinas, te echan,  te privan de lo que más te gusta en el mundo, te meten en la cárcel, te violan, te secuestran…

Al cabo de media hora (puedes ayudarte por un despertador) sigues con tu vida como si tal cosa. Ya te has atiborrado de miedo.

¿Qué va a ocurrir?  

La obligación de concentrar tus miedos alrededor de un momento concreto de la jornada se convierte en un ritual cotidiano. A medida que transcurran los días comprobarás que el mejor modo de anular un miedo es exasperarlo. De tanto mirarlo de frente, evocarlo y representarlo (qué pasaría si…), aprendes a manejar tus fantasmas. Y lo que es aún mejor: con el tiempo conseguirás que todo ese miedo se transforme en valor.

¿Por qué sirve esta treta?

Porque el miedo es una sensación primaria  que ni se puede cancelar ni anular, pero sí gestionarse. Lo inteligente es reorientarlo hacia tu beneficio, que sirva para algo positivo .

¿Como se consolida?

Pasando a la acción. También  resulta útil una treta que se conoce en psicología como la ilusión de alternativas que consiste en que cada vez que te veas expuesto/a a la situación tendrás dos alternativas:  contar tu problema anticipadamente para controlar la ansiedad (revelar el secreto perturbador: me da pánico montar en un avión, me siento insegura cuando hablo en público, me gustaría ser clara en mi exposición, entiendo que es una exageración pero eres lo que más quiero: ten cuidado cuando cojas el coche, etc…) o hacer como si nada y tirar para adelante, comprobando que estás perfectamente capacitado/a para realizarlo.

La conversación guiada con un coach también obra milagros cuando aparecen miedos encubiertos como es habitual en el caso de relaciones disfuncionales entre superiores y subordinados o entre miembros de una familia.

Me gusta especialmente una cita de Mark Twain al respecto:

Soy un viejo y he conocido innumerables desdichas, pero la mayoría nunca sucedieron

Y otra de Séneca:

Aparta varios días en los que te contentarás con el mínimo y más sencillo sustento, un solo plato y ropas toscas, mientras te dices:  «¿Es esto lo que tanto temía?»

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Una nueva relación con el dinero


Todos mantenemos una relación con el dinero que viene de antiguo. En algunos casos esta historia es perjudicial en muchos de sus elementos (fundamentalmente en las creencias que impulsan a actuar equivocadamente), de ahí que no sepamos cómo cortar el cordón umbilical y empezar una nueva relación más sana y productiva con lo que representa el dinero en nuestra vida.

Desde que escribo sobre coaching y ejerzo de coach he aprendido que los mayores obstáculos que nos impiden llevar la vida que nosotros queremos están dentro y no fuera.A menudo oímos historias espeluznantes que achacamos a las circunstancias, la suerte, el destino… Y no pensamos, en ningún momento, que no son las historias en sí, sino la disposición con la que afrontamos lo que nos ocurre, lo que decidirá, en definitiva,  en un sentido o en otro.  Nadie, a ciencia cierta, podía saber que la bolsa iba a desplomarse y que arrastraría a miles de empresas y de ahorros personales, pero una vez ocurrido ¿qué se puede hacer? ¿qué actitud tomar ante el presente? ¿qué decisiones elijo? Es imposible volver al momento en que la bolsa funcionaba a nuestra entera satisfacción, así que…

La elaboración de una relación sana con el dinero exige contemplarlo como lo que es: una construcción mental que se plasma en la realidad que nosotros le otorgamos. El dinero no te exime de ser consciente de ti,  ni de prestar atención a los demás, ni de ser honesto ni de sobre de todo de ser objetivo y mirar afuera con rigor, sin automatismos.

Los coach David Krueger y Jonh David Mann proponen cuatro puntos de partida para crear nueva historia monetaria que nos impulse en lugar de que nos arrastre:

1. ¿Qué deseas conservar de tu antigua relación con el dinero?

Lo más importante en este punto es distinguir lo que funciona de lo que no. No todas tus convicciones sobre el dinero tienen por qué  ser destructivas o  improductivas. Elige tres aspectos de tu historia monetaria actual que te gustaría conservar o incluso realzar.

2.  ¿Qué deseas dejar atrás?

Debes encontrar un modo de liberarte de las cosas que no te sirven. Se infllexible y pregúntate: ¿funciona? si la respuesta es negativa, despídete. Si pudieras eliminar tres cosas de tu vida ¿cuáles afectarían más?

3. ¿Qué deseas evitar?

En este mundo hay cosas de difícil cambio. Por ejemplo, el alcohólico tiene que bregar de por vida con su adicción, pero puede decidir no entrar en bares. Puedes elegir no discutir sobre un tema, no quejarte del trabajo, etc…. Pregúntate cuál de los factores que quieres evitar va a ayudarte a reescribir tu relación con el dinero.

4.¿Qué deseas cambiar?

Ciertos comportamientos y creencias no te  hacen ningún bien, sí, cierto, pero quizás no te has parado a pensar que puesto que los ha construido tú, están ahí por algo  y  que si los has creado en algún momento de tu vida  ¿por qué no vas a poder a crear algo distinto en su lugar?   Si te intimida el miedo a invertir, tienes la posibilidad de informarte mejor y comprometerte a actuar según la información obtenida.  Examina qué conductas puedes cambiar, invertir o modificar para propiciar tu prosperidad económica.

Cambia tu relación con el dinero. Te aconsejo dos excelentes libros: El código del dinero de Raimon Samsó, comentado en la sección Libros recomendados https://microcambios.com/2011/04/23/el-codigo-del-dinero/ y El lenguaje secreto del dinero de David Krueger y John David Mann

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Afrontar un trauma


Si escribir ayuda a las personas a encontrar un mínimo de sentido y solución a su trauma, tal vez sus reacciones emocionales frente a éste les resulten más fáciles de manejar y las elucubraciones indeseada les provoque menos inquietud. El proceso de narrar tu experiencia (o de contar una historia) puede llevarte a aceptarla. Además, escribir supone registrar tus pensamientos en el exterior, ya sea en la página de un diario o en un documento de Word, y eso te puede servir para descargarte, al registrar tus emociones, tus pensamientos y tus recuerdos  fuera de ti, lo cual te permite superar tus preocupaciones.

Sigue las instrucciones que recibieron los participantes en el estudio de Pennebaker:

“Durante los próximos días, quisiera que escribieras acerca de tus pensamientos y sentimientos más profundos con respecto a la experiencia más traumática de toda tu vida. Al escribir, quisiera que dieras rienda suelta y analizaras tus emociones y tus pensamientos más profundos. Puedes asociar el tema con tus relaciones con los demás, incluidos tus padres, tus compañeros sentimentales, tus amigos o tus familiares, o con tu pasado, tu presente o tu futuro, o quien has sido, te gustaría ser o eres en este momento. Puedes escribir sobre las mismas cuestiones o experiencias generales todos los días, o sobre un trauma diferente en cada ocasión”

Como mínimo tendrías que escribir 15 minutos por día y durante varios días seguidos, el tiempo que sea necesario. Ten paciencia y sé persistente, y verás como van apareciendo las ventajas

Sonya Lyubomirsky

La ciencia de la felicidad