Observa el vídeo atentamente y presta atención a todo lo que ocurre. No hay truco, o sí, lo hay, pero no el que tú piensas en el primer visionado. La realidad se parece mucho al truco de la carta que cambia de color. Estamos tan pendientes de lo que creemos que vemos que en realidad no vemos. ¡Sorprendente de verdad!
Fuente: Richard Wiseman