¿Cuántas veces a primeros de año prometemos hacer esto o lo otro y luego a la menor de cambio abandonamos por imposible? Es el síndrome del nuevo año, la época de los propósitos grandilocuentes. Para que este año no nos ocurra lo mismo empieza en este mismo momento por interiorirzar una serie de máximas:
1º Apúntate a la mentalidad de crecimiento. Contempla los errores y fracasos que vas a cometer como lo que son pasos para conseguir tu objetivo y recuerda en todo momento que vale la pena el esfuerzo.
2 ºReconoce cada logro parcial
3º Encoge los grandes objetivos en otros más pequeños y fáciles de medir
4º Busca tu equipo a favor
Encárgate de rodearte de personas que te ayuden a lograr tu objetivo, gente apasionada y entendida en lo que sea que estés trabajando, ellos te servirán de estímulo y de modelos.
5º Interioriza la lección de la perseverancia
Recuerda que el camino se hace paso a paso y que en algún momento también tú llegarás. Si das los pasos adecuados aprenderás inglés, correrás, ahorrarás, etc…
6º Sé flexible y busca el equilibrio.
No te obsesiones inútilmente con el corto plazo. El cortoplazismo y el medioplazismo generan impulso e ilusión pero lo que nos equilibra y da sentido a nuestras vidas es el largo plazo, así que contempla todo lo necesario para llegar a buen puerto
(Y recuerda las palabras del poeta):
Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Más ninguna otra cosa puede darte.
(extracto del poema «Ítaca» de C. Kavafis).