«Un día de abril, una mañana como otra cualquiera, tuve una instantánea revelación: estaba en peligro de malgastar mi vida. Observaba la lluvia resbalar en la ventanilla del bus urbano cuando fui consciente de que los años pasaban. ¿Qué quiero entonces de la vida? me pregunté. Bien, quiero ser feliz. Pero yo nunca había pensado sobre lo que me hacía feliz o cómo podría ser más feliz.»
Gretchen Rubin, autora de The happiness project editorial Harper Collins
En la película Troya, Aquiles justifica su comportamiento diciendo que quiere lo mismo que todos los hombres, pero con mucha mas intensidad. Quizás esto lo hacia invencible.
Tengo gaviotas frente a mi ventana. Si le diéramos alas a los coruñeses habría mucho trabajo para los desincrustadores de piel y sangre de fachadas.
Nota: los coruñeses tienen cualidades para manejar situaciones a venta(ja)das.