Esta historia puede resultarte de utilidad. Es una de mis favoritas y se la cuento a todo el mundo. ¡Gracias Peter Guber!
Todo el que entra por la puerta de tu casa (llámese vida personal, oficina, relaciones personales o de cualquier otro modo posible) lleva un mono en la mano. Ese mono es su problema y su intención es dejártelo a ti. No lo permitas. Eres el guardián del zoológico ¡Atento entonces!, ellos lo disfrazarán o te lo ocultarán con extrema habilidad. No te despistes. Sé listo.
Tú, insisto, eres el guardián del zoológico y tienes que asegurarte de que cuando el visitante salga por la puerta el mono vaya a su lado. De lo contrario, antes de un abrir y cerrar los ojos, tu casa estará llena de animales gritones, saltando sin control y plagada de cagarrutas de mono.
(Si quieres conocer más historias sobre Peter Guber, lee su libro Storytelling para el éxito)
Fuente: Me mudo de sistema