La gran cosa de envejecer es que no perdemos ninguna de las otras edades que hemos tenido
Sigo siendo cada edad que he tenido. Porque una vez fui niña, siempre seré niña, porque fui una adolescente buscadora, y dado que esos estados de ánimo y éxtasis, todavía forman parte de mí, siempre lo seré… Esto no significa que deba quedar atrapada o encerrada en cualquiera de estas edades… La retraída adolescente, la adulta infantilizada, pero todas ellas están en mí trazadas; olvidar es una forma de suicidio… Demasiadas personas no comprenden en qué consiste “deshacerse de las cosas de niño” y piensan que olvidando lo que un niño de 3, de 13 o de 23 piensa, siente, toca, huela, saborea, ve y oye, se han convertido en adultos. Cuando estoy con esta gente , yo, como los niños, siento que si esto es lo que significa hacerse adulto, entonces nunca quiero serlo. Pero si en vez de eso puedo retener la conciencia y la alegría de la niña y tener cincuenta y un años, entonces, de verdad aprenderé qué significa ser adulto.
Madeleine L’Engle